¡Hola! Hoy vengo a hablar del proyecto docente del instituto donde cursé la ESO y Bachillerato: el IES Ribera de Castilla. Pero primero voy a explicar qué es un proyecto docente. Se puede definir como un documento compuesto por propuestas sobre cómo se llevará a cabo en cada curso académico el programa de asignaturas, junto con los valores, derechos y deberes que defiende el centro.
-
Crear un ambiente de
convivencia pacífica en el centro.
-
Mejorar las relaciones
interpersonales entre todos los miembros de la comunidad educativa.
- Hacer partícipe al grupo
de iguales en la elaboración de normas de convivencia y disciplina que regulen
el comportamiento interno del aula.
- Disponer de normas de
convivencia claras, revisadas y consensuadas por toda la comunidad educativa y
el claustro.
-
Cuidado y respeto de
bienes e instalaciones del centro.
- Valoración de la
importancia de la participación, el diálogo, el consenso y la negociación como
instrumentos de prevención y resolución de conflictos.
Estos valores
están apoyados por las medidas que proponen para llevarlos a cabo, como un plan
de acogida extenso para los alumnos de primer curso y aquellos alumnos que se
incorporan a cualquier nivel una vez empezado el curso. Al igual que el fomento
de actividades extraescolares y actividades para la sensibilización ante los
casos de violencia de género y prevención de los mismos.
¿Cuál ha sido mi
experiencia con los valores que proponen? Durante los seis años que he estado
en el centro la implementación de actividades extraescolares siempre ha estado
muy presente. Desde viajes culturales a Francia, Irlanda e Italia, hasta
visitas a museos locales o regionales. Por suerte, había muchos docentes que
valoraban la importancia de estas actividades y luchaban por darnos la
oportunidad de hacer este tipo de salidas, que también eran muy valoradas por
los alumnos.
Además, había una
profesora que cada año se encargaba de organizar un acto sobre la violencia
de género, en la que informaba de la importancia de la prevención y actuación
ante este tipo de situaciones.
Aunque también he
de decir que no todo el profesorado tenía la misma dedicación. En especial, el
equipo directivo que había cuando entré en el centro era más bien la antítesis
de los valores que defiende el proyecto docente. La solución a los conflictos
era ir al despacho del director y que te gritase y te amenazase con expulsarte,
la orientación académica era nula, y la valoración del diálogo y la negociación
con los alumnos brillaba por su ausencia.
Por suerte tras
un par de años así, el equipo directivo se renovó y tomaron el relevo docentes con
más ganas de tratar a los alumnos decentemente y proponer este ambiente de
convivencia pacífica que propone el proyecto docente.
¡Muchas gracias por leerme!
See you soon:)
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