Siempre se habla de la educación española como una de las peores a nivel europeo, con un porcentaje de alumnos que abandonan los estudios obligatorios de un 30% y con la tasa de alumnos repetidores más elevada de la OCD. Pero, ¿Por qué ocurre esto? En mi opinión, hay varios factores que contribuyen a esta situación.
El primero, es la falta de motivación del alumnado. Al contrario del sistema educativo de otros países europeos, como el finlandés, cuyo método de enseñanza es más práctico que teórico, el método de enseñanza español está basado casi completamente en la teorización de los contenidos. Lo que resulta en una motivación mucho menor y un gran desinterés de los alumnos en aquello que estudian. Además, al contrario de países como Estonia o Estados Unidos, los alumnos tienen muy poca capacidad de elegir qué asignaturas o contenidos están interesados en estudiar, por lo que en la educación obligatoria tienen menos posibilidades de desarrollar habilidades que realmente les interesen. Por lo tanto, la educación en aquellos países como Finlandia en los que se enseña no solamente la teoría de los contenidos, sino que también se llevan a la práctica, tiene muchos mejores resultados en la comprensión y la asimilación de estos contenidos.
Otro motivo para la falta de motivación es la poca aplicabilidad de los
contenidos, ya que en su mayoría no están apoyados por proyectos o trabajos prácticos,
y por ello pueden parecer a los alumnos contenidos innecesarios o sin interés
alguno. Y por esta razón es tan común escuchar en las aulas comentarios como “¿y
a mi de qué me sirve saber esto?”. Por ejemplo, en el campo de los idiomas, generalmente
los exámenes están compuestos de gramática, vocabulario y comprensión oral y
escrita. Sin embargo, muy raramente se practica el idioma de manera oral. Lo cual
es bastante irónico, porque ¿para qué se enseña un idioma si no se practica la comunicación?,
que es el fin de conocer cualquier idioma. Y como resultado de la poca motivación
y malos resultados de este método de enseñanza, España forma parte de los diez
países con menor conocimiento de idiomas en Europa.
Además, un problema muy controvertido en la educación española es la carga
de trabajo para casa. A pesar de que el tiempo recomendado para dedicarle fuera
del aula es treinta minutos para primaria y una hora para secundaria, en la
mayoría de los casos se supera enormemente este tiempo. En mi opinión, que un
niño tenga que dejar de hacer actividades que le interesan como deporte,
teatro, tocar un instrumento, etc. por hacer deberes me resulta mucho más
dañino que beneficioso para su educación y desarrollo, ya que la consecuencia
es que el alumno sacrifique su faceta artística o deportiva por seguir
estudiando los contenidos que ya ha visto anteriormente en el aula. Por ello, relacionándolo
con el punto anterior, considero que el trabajo para casa debe ser más limitado
y que involucre investigación y creatividad, y no solamente memorización. Ya
que, de esta forma, los contenidos pueden ser más fácilmente asimilados y menos
pesados para los alumnos.
Por todo ello, a pesar de que España esté dando pequeños pasos hacia una
mejor educación, aún nos queda mucho que avanzar y que aprender de nuestros
países vecinos que están obteniendo mejores resultados gracias a la innovación y
el uso de nuevas técnicas de aprendizaje.
¡Muchas gracias por leerme!
See you soon:)
¡Qué interesante Sandra! Estoy tan de acuerdo con todos los puntos que has tratado. La falta de motivación de los alumnos en España es algo que deberíamos intentar cambiar cuanto antes y tomar como ejemplo lo mejor de la educación de otros países puede ser una posible solución. Y sobre todo, la importancia de enseñar la expresión oral y el desenvolverse en un idioma en vez de tanta teoría.
ResponderEliminar¡Totalmente de acuerdo! Tenemos mucho que aprender de la educación en otros países.
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